Columbia Records es uno de los sellos musicales más antiguos de la historia de la música. (¿Os acordáis de la entrada de Victor Talking Machine, pues fue su competencia). Originalmente fue la distribuidora y vendedora de los gramófonos Edison. A lo largo del siglo XX publicó discos de varios estilos, principalmente música clásica o música folk norteamericana.
Actualmente con la fusión BMG y Sony Music en Sony BMG, se han unido dos grandes sellos históricamente rivales, que vivieron una feroz competencia durante décadas, como son RCA Victor y Columbia Records, pero que han pasado a pertenecer al misma discográfica.
Dando un paseo por su historia…
Columbia se fundó en 1888 por Edward Easton, siendo la distribuidora y vendedora de los fonógrafos de Edison y sus respectivos cilindros en Washington, DC, Maryland yDelaware. Columbia incrementó sus lazos comerciales con Edison y la «North American Phonograph Company» en 1893, y posteriormente, sólo vendía grabaciones y fonógrafos de su propia manufactura.
Por una década, Columbia Records compitió tanto con la compañía de cilindros de Edison como con la compañía de discos «Victor Talking Machine» (aunque con este sello competiría toda la década), siendo uno de los tres grandes nombres en la industria transnacional del sonido grabado.
En 1903, la compañía crea una filial «Columbia Grand Opera Record«, para llevar en ella artistas de no tan gran renombre, y dejar a Columbia Records como la base para dirigir a grandes artistas y manejar el sistema empresarial. Esta pequeña filiar contaría con destacados cantantes líricos de la época como Ernestine Schumann-Heink, Edouard de Reszke y Sigrid Arnoldson. Serían discos de una sola faz, y en la producción se utilizaría el piano como acompañamiento.
Columbia se hizo el precursor en la innovación y perfeccionamiento de sus propios productos, rompiendo con la alianza que tenía con Edison, y mejorando algunos dispositivos patentados por su competidor Edison o bien brindando mejoras de su propia inventiva en cuanto al mecanismo de los aparatos y a su parte acústica, mejorando las membranas de reproducción y de grabación y llegando muchas veces a superar a los aparatos de Edison en mecánica y reproducción del sonido.
En 1912 la casa Columbia fue una de las que decidieron dejar de fabricar cilindros y fonógrafos, para dedicarse en exclusiva a los discos y gramófonos. En 1925, Columbia inició el novedoso proceso de grabación eléctrico Viva Tonal, creado por la compañía americana Western Electric. Entre las empresas involucradas en el nuevo sistema (Victor Talking Machine y Columbia) se realizó un pacto para no lanzar masivamente la nueva tecnología hasta haber dado salida a las existencias grabadas acústicamente, ya que el nuevo proceso de grabación podría perjudicar las ventas de estas grabaciones.
HABLEMOS DE FUSIONES
En 1931, Columbia Graphophone Company, filial inglesa de Columbia Records, adquirió a su equivalente estadounidense, para posteriormente fusionarse con la Gramophone Company y evitar así la banca rota. Esta unión dio lugar a la formación y creación del sello discográfico EMI (Electric & Musical Industries Ltd). Esta nueva compañía abrió el legendario estudio Abbey Road en 1931, por donde pasaron muchos de los más grandes artistas e intérpretes de la música, incluyendo a The Beatles.
Sin embargo, debido a leyes anti-monopolio, EMI se vio obligada a vender Columbia Records, que fue comprada por la Grigsby-Grunow Company. En 1934, con la gran depresión económica que estaba sufriendo el país, el fonógrafo se convierte en un producto de lujo pasado de moda, que muy poca gente puede comprar, lo que provoca que bajen las ventas de Columbia.
Grigsby-Grunow se vio obligada a vender, por tan sólo $ 70.000, Columbia a RCA Records (Radio Corporation of America). El nuevo propietario utilizo su nueva adquisición para sus ediciones con menos posibilidades comerciales y de menor presupuesto, de modo que, en 1936, se encontraba al borde de la desaparición. Resurgió, en buena parte, gracias a un contrato exclusivo con Chuck Wagon Gang, compañía responsable de algunos de los álbumes de góspel más exitosos, pues llegó a vender más de treinta millones de copias.
Aunque la auténtica resurrección de Columbia se produjo en 1938, cuando RCA Records fue comprada por CBS (Columbia Broadcasting System) que, irónicamente, había sido fundada por Columbia Records, aunque se había independizado muchos años antes. CBS situó Columbia como su principal sello, ya que aún seguía teniendo una gran presencia en el mundo musical.
Otro momento determinante en el crecimiento de la compañía se produjo diez años después, cuando, gracias a Bill Savoryel, quien creó el formato que se convirtió en estándar de la industria durante al menos medio siglo, el LP. Pero quien realmente abrió el camino a la comercialización masiva, fue el gran Sinatra, con la reedición, de The Voice, que fue considerada la primera obra concebida como un álbum.
Por otra parte, a finales de los 40 Columbia fue uno de los primeros sellos en grabar los musicales de Broadway con los actores originales y, ya en los 50, en editar las bandas sonoras de los films más exitosos.
En los 60, CBS creó CBS Records, de modo que dejó de editar las referencias de Columbia Records, en el resto del mundo, a través de Philip Records. Eso sí, no podía utilizar el nombre de Columbia, porque EMI mantenía activo un sello con el mismo nombre.
Y colorín colorado…
Un siglo después de su fundación, Columbia Records es vendida a Sony Music que compró el sello discográfico de CBS Records Group, incluyendo a todas sus filiales, activando la división Sony Music Entertainment en 1991. Por último en el 2004, Sony Music se fusionó con BMG, pero la compañía resultante, Sony BMG, siguió editando álbumes con el nombre de Columbia Records y el conocido logo Walking Eye.